Sabemos que tomar la decisión de separarte no es fácil, y aunque cada vez más matrimonios ponen fin a su relación, todavía siguen quedando muchas dudas que resolver. Por eso, en el post de hoy te vamos a explicar las diferencias entre separación y divorcio, porque a pesar de ser dos figuras jurídicas parecidas, sus efectos son distintos.
SEPARACIÓN DE HECHO Y SEPARACIÓN LEGAL
Lo primero que debemos tener en cuenta es la diferencia entre separación de hecho y separación legal.
La separación de hecho es aquella que se produce cuando los cónyuges cesan la convivencia marital, comenzando a vivir por separado sin acreditarlo ante un Juez o un Notario. Este hecho puede tener consecuencias en un procedimiento judicial posterior relativo a custodia, pensión, atribución de uso del domicilio familiar, etc.
Y la separación legal es cuando los cónyuges mediante la representación de su abogado de familia interponen una demanda de separación, está es legal ya que su tramitación es a través del juzgado o a través de la notaría, en el caso de que no existieran hijos menores de edad. Aunque los cónyuges viven por separado el vínculo del matrimonio no queda disuelto.
La separación legal se encuentra regulada en los artículos 81, 82 y 83 del Código Civil.
¿QUÉ ES EL DIVORCIO?
El Divorcio es la disolución del matrimonio por voluntad de ambos cónyuges o de uno de ellos y que implica la pérdida de las obligaciones y derechos que adquieren los cónyuges en el momento del matrimonio.
El divorcio se encuentra regulado en los artículos 85, 86, 87, 88 y 89 del Código Civil.
DIFERENCIAS ENTRE SEPARACIÓN Y DIVORCIO
La principal diferencia entre separación legal y divorcio, es que en el procedimiento de divorcio se disuelve el matrimonio, mientras que en la separación el vínculo matrimonial sigue vigente, por lo que se perderán los derechos sucesorios entre los cónyuges y el derecho a una posible pensión de viudedad.
EFECTOS COMUNES DEL DIVORCIO Y LA SEPARACIÓN
Las medidas relativas al establecimiento de la custodia, pudiendo ser una custodia compartida como una custodia exclusiva de un solo progenitor, la regulación de las visitas, la pensión de alimentos, atribución del domicilio familiar y la distribución de bienes, por lo tanto, comparten todas las medidas relativas a un procedimiento de familia.
Ambos procedimientos pueden realizarse de mutuo acuerdo, o si los cónyuges no llegan a un acuerdo mediante un procedimiento contencioso.
Si hay hijos menores de edad los procedimientos deberán iniciarse en el Juzgado, ya que debe intervenir el Ministerio Fiscal, que es el encargado de velar por el interés de los menores, si por otro lado no hay hijos, o los hijos son mayores de edad, este procedimiento a parte de tramitarse por el juzgado podrá realizarse también ante un notario.
En el momento de la sentencia o el acta notarial, tanto de la separación como del divorcio, el régimen matrimonial queda disuelto.
¿QUÉ ES MEJOR: DIVORCIARME O SEPARME?
A esta pregunta no hay una respuesta, como todo en el Derecho de Familia, depende de cada matrimonio.Podemos decir que la separación legal tiene las siguientes ventajas:
- No disuelves el matrimonio, algún matrimonio puede tenerlo en cuenta por sus razones personales, de religión o cultura.
- Tiempo para reflexionar.
- Beneficios fiscales o de salud.
- Posibilidad de reconciliación
En cambio, si la decisión de vuestra ruptura es irreversible y optáis por el divorcio, las ventajas son las siguientes:
- Disolución del matrimonio.
- División de bienes
- Posibilidad de volver a contraer matrimonio.
- Protección legal ante incumplimiento de pagos de pensión de alimentos, de deudas o cualquier tipo de problema legal.
En resumen, la separación legal es una opción intermedia que no rompe el vínculo matrimonial, mientras que el divorcio es una solución definitiva que pone fin a la relación legalmente. La mejor opción dependerá de las circunstancias personales de cada uno.
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Marta Pedroche
Abogada de Familia
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